viernes, 7 de octubre de 2016
MAURICE BERNARD SENDAK
Maurice Bernard Sendak, el famoso escritor e ilustrador estadounidense de origen polaco, nacía tal día como hoy hace ochenta y seis años.
Sendak iniciaba su actividad profesional en torno a los años cincuenta, acuciado por una realidad bastante conflictiva y dañada a nivel económico, político y social, con acontecimientos tan desgarradores como la Segunda Guerra Mundial. A todo ello se sumaba una infancia difícil que el autor arrastraba, llena de padecimientos y enfermedades como la neumonía o la escarlatina. Todas estas circunstancias convirtieron a Maurice Sendak en una persona dotada de una potente sensibilidad y de una comprensión especial hacia la infancia, impropia de los adultos. Acusado por la crítica de la época de pretender asustar a través de ilustraciones con criaturas y monstruos algo extraños o siniestros, Sendak pretendió la reivindicación en sus más de cien obras, de la lucha contra los miedos y las inseguridades personales y de la necesidad de mostrar de manera natural los problemas y los sentimientos a cualquier edad.
Sendak es conocido por obras como La cocina de noche o El letrero secreto de Rosie. A sus trabajos añadió además numerosas ilustraciones para historias de escritores tan importantes como los hermanos Grimm y llegaría a ser versionado al castellano, incluso por Gloria Fuertes, en su obra The Nutshell Library. Sin embargo el trabajo más conocido, y que finalmente le catapultaría a la fama como escritor e ilustrador infantil, sería la conocida obra Donde viven los monstruos, realizada con apenas treinta y siete páginas y diez frases. En ella se muestra, a través de su protagonista Max, la importancia de seguir adelante a pesar de las adversidades, de los monstruos que nos acechen…la enorme riqueza de nuestro interior.
Sendak obtendría algunos de los más importantes premios de la literatura infantil, como son el Premio Andersen en 1970, y el Premio Internacional Astrid Lindgren en el año 2003, devolviéndose con ellos el reconocimiento merecido a un gran talento literario.
BEATRIX POTTER
Hoy se cumplen setenta años del fallecimiento de Beatrix Potter (1866-1943). Una mujer que dedicó su vida, a inicios del siglo XX, a escribir y dibujar para los niños. Tras una dura etapa en la cual su trabajo era rechazado continuamente, consiguió finalmente publicar su primer cuento, titulado Perico, el conejo travieso (The Tale of Peter Rabbit). A este título le seguirían otros veinte, como los del conejito Benjamín, Jeremías Peces o la oca Carlota. Todos caracterizados por la ternura, la enseñanza o la naturaleza, fundamental en la vida de Potter. Cuentos protagonizados siempre por animales, como los gatos, los erizos, y como no…, los conejos. Personajes que podemos encontrar hoy en multitud de objetos de lo más curiosos y que salieron de la mente de aquella ingeniosa escritora e ilustradora, cuyos cuentos alcanzaron una enorme fama.
AUTORES DE LA LITERATURA INFANTIL
Astrid Lindgren
¿Os imagináis vivir a vuestro aire sin reglas, ni pautas, marcadas por vuestros mayores o superiores? Hablamos de libertad en su pleno sentido. Una libertad que no es posible en nuestra sociedad, pero con la cual seguramente, todo el mundo se habrá permitido soñar en alguna ocasión. Astrid Lindgren comprendía muy bien esta sensación de la que hablamos y nos permitió hacer realidad dicha ilusión a través de la literatura y de los ojos de Pippi Langstrumpf, que logró ser libre en un mundo lleno de normas.
La escritora Astrid Lindgren, que nos dejó un día como hoy de hace ya doce años, había nacido el 14 de noviembre de 1907 en Vimmerby (Småland, Suecia), en una familia humilde campesina y en un entorno privilegiado rodeado de naturaleza que Astrid adoraba profundamente, junto a su segunda pasión, la lectura. Sin embargo tardaría mucho más tiempo en tomar contacto con el mundo de la escritura. Sería su hija Karim, enferma cuando ésta tenía 7 años, a mediados de los años cuarenta, la que pediría a Astrid que le narrara aventuras de una niña que ella misma había inventado y llamado Pippi, para aliviar su encierro durante la enfermedad. Empezaba entonces su carrera como escritora.
GENERO DRAMÁTICO (OBRA DE TEATRO)
EL GATO Y EL RATÓN
Autor: Alan Rejón
Escenografía: Una calle común y corriente.
Personajes:
Ratón
Historia: Un pequeño ratón se da cuenta que está a punto de ser cazado por un gato, intentando salvarse nuestro pequeño amigo comienza una pequeña charla.
(El ratón está de espaldas cuando de repente el gato comienza a correr hacia él.)
Ratón: ¡Espera!, ¡Espera!
Gato: ¿Qué quieres?
Ratón: ¿Por qué haces esto?
Gato: ¿Qué cosa?
Ratón: Cazarme.
Gato: Pues, porque tengo hambre.
Ratón: Bueno, ¿Te gusta mi sabor y la textura de mi piel?
Gato: Humm, de hecho no, odio cuando la cola pasa por mi garganta y todavía después de unas semanas sigo escupiendo bolas de pelo blancas.
Ratón: Entonces ¿Por qué cazas ratones? No tiene sentido.
Gato: Tal vez, pero en la iglesia de Doraemon el gato que vino del futuro, nos enseñaron que para estar cerca de él debemos comer ratones pues ustedes no lo aceptan a él como el único viajero del tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: No puedo creer que esa sea la razón.
Gato: Hagamos un trato, te dejare libre si aceptas a Doraemon como único viajero del tiempo y salvador de la comunidad gatuna.
Ratón: Claro que no lo aceptaré, para empezar por que no existe y segundo, si lo hiciera, entonces no me convendría creer en él ya que solo quiere salvar a los felinos.
Gato: No te atrevas a decir que no existe, rata blasfema, porque está en todos lados y puede desatar su furia, además en mi iglesia tenemos una comunidad de ratones creyentes a los cuales dejamos en paz.
Ratón: Doraemon sólo era la caricatura de un gato azul, ¿Cuántos gatos azules conoces?
Gato: Yo creo que para demostrar su divinidad Doraemon eligió el color azul para que ninguna raza sea discriminada y la televisión fue la manera de extender su mensaje en nosotros.
Ratón: Bueno, explícame esto, Doraemon era un robot, ¿Por qué tendría que comer ratones si ni estomago tiene? Yo creo que tu iglesia ha inventado todo sólo para poder controlarlos.
Gato: Pues, pues… (El Gato se come al ratón) Tanta plática me abrió el apetito.
GENERO DRAMÁTICO (OBRA DE TEATRO)
LOS PEQUEÑOS OSOS
Autor: Alan Rejón
Personajes: Narrador,Christian (oso),José (oso),Rebeca(Mariposa)
Categoria: Obra de teatro
Narrador: Esta pequeña obra habla sobre la amistad, la cual niños deben saber que es una de las cosas más fuertes del mundo, nuestra historia se centra en dos pequeños osos, Christian y José, quienes siempre habían sido amigos, por eso nunca se peleaban, su mejor amiga “No-Oso” era una pequeña mariposa llamada Rebeca quien siempre los ayudaba cuando tenían problemas.
(Los tres animales entran a escena y se acercan al río, en el sólo hay un pez, los dos osos corren rápido para atraparlo, ambos lo hacen)
Christian y José: ¡Es mío!
Narrador: Así como pasa en todas las amistades, los osos encontraron algo por lo que pelear y así lo hicieron.
Christian: Yo lo atrapé primero.
José: ¡Mentira, yo lo atrapé!
Christian: ¡Pero yo lo vi primero!
José: Deja de mentir, y déjame comer mi pescado en paz.
Christian: ¡Es mi pescado!
Narrador: Si por algo son conocidos los osos en el mundo es porque son animales muy testarudos, así que la pelea duro mucho, mucho tiempo… Casi 15 minutos, hasta que Rebeca se desesperó y decidió solucionarlo todo.
Rebeca: ¿Qué les pasa a ustedes dos? Con todo el tiempo que ya pasó, ese pescado ya puede ser sushi.
José: Rebeca, el sushi es pescado crudo, nosotros comemos pescado crudo.
Christian: Cierto.
Rebeca: ¡Eso no importa! ¿Por qué se están peleando?
José: Por el pescado
Rebeca: ¡Eso ya lo sé! Pero ¿Para que pelean si no es necesario?
Christian: ¿No lo es?
Rebeca: ¡Claro que no! Nunca es necesario pelearse.
José: ¿Pero qué hacemos con el pescado?
Rebeca: ¿En serio no saben qué hacer?
(Los osos se miran incrédulos)
Christian: No.
José: Ni la más mínima idea.
Rebeca: Ositos tontos, serán más grandes pero piensan menos.
Christian: ¿Y qué hacemos?
Rebeca: ¡Compartan! Con sus garras corten el pescado a la mitad y así ambos podrán comer.
José: ¡Cierto!
Christian: ¿Por qué no lo había pensado antes?
Rebeca: Ustedes son buenos amigos, no vale la pena pelearse por cualquier pequeñez… Como un pescado.
(Los osos dividen el pescado y se lo comen, luego los tres animales salen de escena caminando felizmente)
Narrador: Y así es como Christian y José, gracias a su mejor amiga “No-Oso” descubrieron el valor de compartir. Pelear con los amigos es malo niños, si alguna vez lo hacen recuerden lo que nuestros amigos hicieron hoy y ¡Dividan el pescado a la mitad!
Fin
GENERO LITERARIO (ADIVINANZA)
GENERO LITERARIO (POEMA)
CARACOLITA DE MAR
Caracolita del mar,
dime qué susurras
en oído atento
y silencioso hablar
de quien te escucha.
en oído atento
y silencioso hablar
de quien te escucha.
Dime qué susurras,
Caracolita del mar,
y te contaré mis secretos,
a la orilla de la noche
y de los sueños.
Caracolita del mar,
y te contaré mis secretos,
a la orilla de la noche
y de los sueños.
Caracolita del mar
¡Qué bonito lo que cantas,
cuando me pongo a escuchar!
¡Qué bonito lo que cantas,
cuando me pongo a escuchar!
GENERO LITERARIO (POEMA)
BAILABA LA NIÑA ALEGRE
Bailaba la niña alegre
en una noche estrellada.
Movíase, al son del aire,
bajo la luna de plata.
en una noche estrellada.
Movíase, al son del aire,
bajo la luna de plata.
¡Cómo bailaba la niña!
¡Cómo la niña bailaba!
¡Cómo la niña bailaba!
Con ojos como dos faros
y finas pestañas bordadas.
Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.
y finas pestañas bordadas.
Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.
Danzaba la alegre niña
bajo la noche estrellada
Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.
bajo la noche estrellada
Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.
GENERO NARRATIVO (FABULA)
LAS PATAS DE UN ELEFANTE
Va a comenzar la primera clase de la tarde. Un gorila, sentado en su pupitre, se entretiene mirando a su alrededor. Está aburrido y, además, se le conoce por su insaciable curiosidad. Tras pasear sus ojos por los demás pupitres, repara en un nuevo alumno. Es el elefante, y la verdad es que le cuesta un poco sentarse como los demás alumnos. ¡Tiene un cuerpo tan grande!
El gorila se fija en sus propias patas; después las compara con las del elefante, y sonríe muy divertido. « ¿Cómo se las va a apañar para escribir con esas patas tan enormes?. Seguro que no sabe ni poner la jota», piensa para sus adentros el gorila.
Tras esto, llega el profesor y lo primero que les ordena es que escriban sus propios nombres. El gorila no quita ojo al elefante; este, sin inquietarse, coge el lápiz con su trompa, y se pone a escribir tranquilamente. El gorila está asombrado. ¡Con qué destreza maneja el elefante lápiz y papel!, mientras el, por el contrario, tarda de lo lindo en comenzar a escribir su nombre.
Una vez corregidos los ejercicios, el profesor se apresura a felicitar al elefante, pues ha sido él quien ha conseguido la nota más alta. El gorila, en cambio, no ha pasado del aprobado. Verde de envidia, observa de reojo al elefante, mientras da vueltas y más vueltas a su lápiz. «No volveré a reírme nunca más de las patas de un elefante», pensó el gorila.
GENERO NARRATIVO (FABULA)
LA BALLENA PRESUMIDA
Se cuenta que hubo una vez una ballena tan hermosa y perfecta, que todos aquellos que la observaban quedaban cautivados con sus gráciles movimientos y con el brillo de su escurridiza piel. Era tal la sensación que provocaba en los demás seres vivos, que no dudaban en regalarla alabanzas y palabras bonitas, haciendo con ello, y sin querer, que la ballena fuese cada vez más y más presumida y pagada de sí misma.
Aquella ballena se pasaba medio día frente a su espejo en el fondo del mar, y la otra media arreglándose las barbas en la superficie, ignorando a cuantos se acercaban a ella educadamente tan solo para agradarla. Tan coqueta se volvió la ballena, que fue agriando cada vez más su carácter, adquiriendo una soberbia y un orgullo poco adecuado para convivir con los demás…:
- Soy el ser más precioso del mar. ¡La ballena más elegante, bella y refinada que jamás se ha visto! Soy el ser más precioso del mar…- Repetía una y otra vez la ballena presumida a modo de cancioncilla.
De este modo, la ballena se alejaba cada vez más del resto del mundo, aislándose en su propio planeta lleno de egoísmo y arrogancia. Y así transcurrían los días plácidos de la ballena, hasta que un día, tuvo la mala suerte de toparse con unos pescadores desalmados que no dudaron en tender sus redes sobre ella. Tan grande era la red y tan fuerte la forma en que la ballena infravaloraba a todo el mundo, que sin ninguna dificultad consiguieron atraparla en su red. Qué asustada se veía a la ballena, que a pesar de su gran cuerpo, era incapaz de buscar la forma de zafarse de ella… Afortunadamente, todos aquellos seres vivos que la admiraban y la regalaban palabras bonitas cada día, fueron testigos de su captura y, sin dudarlo, se abalanzaron sobre la red hasta destrozarla y conseguir liberarla.
La ballena quedó muy agradecida con la actitud de todos sus vecinos y aquello le sirvió para aprender a querer y para respetarlos a todos, olvidándose de los peligros del egoísmo, del orgullo y del desprecio.
GENERO NARRATIVO (FABULA)
EL CABALLO Y LA CABRA
Vivieron en una ocasión y en una mismo establo un caballo y una cabra. Al caballo siempre le sacaban a pastar y a pasear muy temprano por un camino precioso y lleno de hierba tan fresca y rica como jamás se había visto por la zona.
Al contrario que al caballo, a la cabra la sacaban a pastar por un prado situado en un camino muy lejano y conformado por hierbas tristes y secas.
El caballo, presuntuoso y altivo, en lugar de sentir lástima por su compañera la cabra, tendía a burlarse de ella y de su situación:
- Es increíble cómo eres capaz de pastar por esos caminos aislados y tan poco agradecidos. Yo no podría pastar donde tú lo haces. ¡Se atragantaría mi brillante y suave cuello! La buena noticia es que yo no tendré que hacerlo, porque no soy una insignificante cabra.
La cabra, por su parte, dejaba que el caballo se desahogara con sus maleducadas palabras con un sabio silencio por respuesta. Pero un día todo cambió para ambos. En el establo metieron de buena mañana a un caballo tan fuerte, que casi parecía un roble, y desde entonces, las mejores hierbas fueron para él. El caballo viejo y arrogante tuvo que acompañar en lo sucesivo a su compañera la cabra a la hora de comer, a la que tanto había humillado.
- Así que tú no podías comer ni comerías por nada del mundo la hierba de estos caminos, ¿no? Pues no sé qué haces aquí entonces comiéndote mi preciado sustento…- Dijo la cabra irónicamente mientras contemplaba al desdichado caballo.
El caballo compendió poco a poco, junto a su compañera la cabra, que en la vida es muy importante no decir nunca el de este agua no beberé. Porque…, ¡nunca se sabe lo que puede pasar!
miércoles, 5 de octubre de 2016
GENERO NARRATIVO (LEYENDA)
EL CUERVO Y LA SED
Cuenta la tradición que el dios Apolo era un dios muy impaciente al que le gustaba ser servido con rapidez y eficacia. No perdonaba a aquellos que vagueaban o que dudaban un minuto su quehacer.
Un día de primavera, Apolo envió al cuervo que le hacía las funciones de sirviente en busca de agua con la que poder calmar la terrible sed que padecía aquel día por el calor repentino.
– No tardes- Advirtió Apolo al cuervo.
Tras aquellas breves palabras el cuervo partió en busca de agua. Durante el camino, una gran espiga verde surgió ante el cuervo frenándole la marcha:
– ¡Qué espiga tan tentadora! Pero esperaré a que madure para que sea aún más sabrosa
-Se dijo el pájaro.
De este modo, el cuervo se olvidó de su cometido y tardó mucho tiempo en volver y en cumplir la tarea que le había encomendado Apolo, el dios impaciente. Y tras su acción, fue condenado a padecer sed durante todo el estío.
GENERO NARRATIVO (LEYENDA)
EL PESCADOR Y LA DIOSA
Vivía en la isla griega de Lesbos, un muchacho llamado Faón, que se ganaba la vida transportando viajeros y mercancías en su barca.
Estaba un día Faón junto al embarcadero de la isla, cansado de las faenas de la jornada, cuando una pobre mendiga, desastrada y con evidentes muestras de no poder pagarle el viaje, le pidió que la condujese hacia Asia Menor.
– Sube, mujer. Te llevaré de buen grado.
A Faón le había conmovido su aspecto y, olvidándose de su cansancio, hizo navegar su barca con una ligereza asombrosa. De este modo, poco después llegaban a la costa de Asia. Una vez allí Faón sacó de su bolsillo la mayor moneda que tenía y la entregó a la mendiga para que pudiera continuar el viaje.
– Gracias, muchacho. Y para que veas mi agradecimiento, toma este obsequio.
Se trataba de un vaso del perfume más extraordinario que jamás había llegado a oler. Y con aquel perfume misterioso en las manos, Faón quedó conmovido y atrapado por una fuerza que parecía embriagarle el corazón. Y tras esto, el humilde pescador comprendió que había llevado en su barca a la mismísima Venus, la diosa del amor.
GENERO NARRATIVO (LEYENDA)
LOS UNICORNIOS
Hace mucho tiempo existieron unas extrañas y maravillosas criaturas que poseían el cuerpo como los caballos más hermosos de la tierra, y además, un mágico cuerno en el centro de su frente. Estas criaturas, llamadas unicornios, eran de color blanco y se cree que procedían de tierras indias.
Los unicornios debían albergar tanta magia, que no podía verlos cualquier persona que quisiera sino que, al contrario, eran muy pocos los afortunados que tenían el privilegio de llegar a observarlos. Aquellos que llegaban a hacerlo eran las personas que tenían un corazón bueno y puro, cualidades que eran muy fácilmente rastreables por los unicornios.
Los cuernos de los unicornios tenían propiedades sanatorias y curativas, y eran tan poderosos que se dice que podían llegar a curar enfermedades muy peligrosas y mortales. Incluso, muchos llegaron a decir que contenían los ingredientes necesarios para alcanzar la eterna juventud.
Precisamente por todas aquellas razones, la existencia de un unicornio dependía en su totalidad del mágico cuerno de su frente, y si llegaban a perderlo su destino era la muerte.
En la Edad Media, sabedores de las propiedades del cuerno de los unicornios, muchos cazadores se adentraron en los bosques para dar caza a estos enigmáticos seres, con tan mala fortuna, que terminaron abocando a los unicornios a su desaparición. Muy inteligentes, y como los unicornios eran seres tan solitarios y solo dejaban verse por las personas buenas, aquellos temibles cazadores se aprovechaban de las personas de corazón puro para capturar a los unicornios y apresarles en busca de sus cuernos.
Tras su triste desaparición, la magnificencia y bondad de aquellos seres dejó en la historia su recuerdo como símbolo de la fuerza, de la libertad, del valor, de la bondad y, sobre todo, del poder de la magia que reside en las personas de gran corazón.
GENERO NARRATIVO
LA FAMILIA TOPO
A los pies de un pino muy grande y robusto vivía una familia de topos. Eran felices en su hogar, y la naturaleza les permitía alimentarse con frecuencia y mucha calidad por las inmediaciones de la zona.
La sombra del pino les proporcionaba frescor en los días más calurosos, cuando decidían salir de casa para respirar aire puro. Tan cómodos y felices se sentían bajo su árbol, que pronto refinaron sus gustos alimenticios decantándose más por los ricos piñones que el árbol les ofrecía, que por las crudas lombrices que solían comer todos los de su especie. Sin embargo, para poder llegar a los ricos piñones debían trepar por el largo tronco del pino, poniendo sus vidas en riesgo. El topo, animal de madriguera, no estaba acostumbrado a realizar estas acciones que, a menudo, se complicaban más de la cuenta con la llegada de la lluvia o del frío intenso.
Por este motivo tendían a aventurarse los topillos más jóvenes, hasta que un día, decidieron sin consultar a sus mayores que para alcanzar los piñones con mucho menos riesgo y con más comodidad, debían talar el pino.
Los jóvenes topos, inmersos en su ingenuidad, planificaban las maniobras necesarias y trazaban su plan para poder llenar sus estómagos de ricos piñones sin contratiempos. Afortunadamente el abuelo de la familia, al que le gustaba mucho pasear y acompañarse de la compañía de los más jóvenes, pudo enterarse del plan antes de que se llevara a cabo.
- Si acabáis con el pino, habrá piñones para este invierno y tal vez la primavera. Pero, ¿qué haremos el invierno próximo? Pues rezar para que nuestras crías, acostumbradas ya a este alimento, perezcan por falta de comida y frío. – Exclamó el abuelo topo.
El topo anciano, cuya experiencia en la vida le convertía en un sabio ante los demás, hizo que los más jóvenes pensaran en sus palabras y se dieran cuenta de lo errado que estaba su plan. Y el plan se deshizo, y el pino vivió para dar más piñones durante siglos a las nuevas generaciones de la familia Topo.
¡Qué a gustito que estaban bajo la sombra del pino!
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